EL NACIONAL - Viernes 19 de Noviembre de 2010 Sociedad/4
El servicio atiende emergencias médicas y ambientales Toxicología de UCV sin base de datos por falta de divisas.
El departamento trabaja los 365 días del año y es uno de los pocos que presta asesoría en el país
lweffer@el-nacional.com
El 19 de septiembre de 2009 ocurrió uno de los peores accidentes químicos de los que se tenga memoria en Venezuela.
11 personas murieron por la contaminación que se produjo al volcar una gandola que cargaba gas cloro en la carretera Clarines-El Hatillo, en el estado Anzoátegui.
El suceso no sólo impactó a las familias de los fallecidos, sino que también afectó el medio ambiente. Los productores lácteos de la zona denunciaron el descenso en la producción, y durante varios días se reportaron pacientes con problemas respiratorios.
Uno de los instrumentos usados para afrontar la crisis fueron las referencias incluidas en la base de datos que maneja el Servicio de Información de Medicamentos y Tóxicos de la Universidad Central de Venezuela.
"En el caso de la intoxicación por cloro no hubo mayores problemas para recopilar información porque es una de las más comunes, pero pudimos ayudar en la descontaminación del ambiente gracias a la base de datos", explicó la directora del servicio, Daniela Pasqualatto.
Si ese suceso ocurriera hoy, la situación sería distinta. Debido a la restricción que existe en la entrega de divisas, el centro que depende de la Facultad de Farmacia no tiene acceso a la base de datos Health Care, por la que deben pagar 17.000 dólares al año. "Esa es una licencia que se renueva anualmente y teníamos que hacerlo en octubre".
Cuenta Pasqualatto que hace unos días, un médico residente consultó desde San Fernando de Atabapo, estado Amazonas, pues una de sus pacientes, una niña, había tragado cuervo de ciervo (amoníaco) y se había intoxicado. En ese momento ya tenían problemas con el acceso a la data internacional.
"Gracias a Dios pudimos manejar el caso y la niña se salvó", indicó la especialista.
Anteriormente, el trámite del pago de la licencia en Estados Unidos se hacía a través de la Oficina de Planificación del Sector Universitario, pero a partir de este año debe hacerse directamente con Cadivi.
Pasqualatto hizo algunas gestiones para agilizar la aprobación de divisas, pero teme que la demora en la aprobación pueda restar eficiencia al funcionamiento del centro.
Botica llena. En el servicio trabajan 4 farmaceutas y 1 jubilado. Los 365 días del año atienden llamadas telefónicas de todo el país, 60% de las cuales proviene de centros de salud y el resto, de hogares, empresas y colegios. "Por ejemplo, recientemente nos llamaron del estado Guárico porque habían fumigado con malatión concentrado y los niños y trabajadores de una escuela estaban intoxicados", recordó la especialista.
"Para el público tenemos el número gratis 0800-TOXICOS (869-4267), a través del cual atendemos casos de todo tipo: desde gente que llama en broma, hasta personas con ideas suicidas con las que podemos hablar durante horas para tratar de disuadirlas".
También atienden intoxicaciones por automedicación.
Las más comunes son por consumo de pazote (que causa parálisis respiratoria) o de anís estrellado, que puede originar hasta convulsiones en niños.
En total, al mes atienden un centenar de intoxicaciones y 300 casos por ingestión de medicamentos. "En toxicología el tiempo es oro y no se puede dejar ni un detalle a la memoria; por eso, para nosotros es vital el manejo de la base de datos porque sabemos que de esa información dependen muchas vidas", aseveró Pasqualatto.
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